La primera parte fue controlada por un Deportivo que se adelantó en el minuto 36 con un gol de Manjarín tras robarle el balón a Giner. En la segunda parte el calor de la mañana se convirtió en una espectacular tormenta que no se vivía desde hacía treinta años en la capital. Por mucho que el primer contacto arrojara dudas, lo cierto es que conectar no es demasiado complicado.
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