El equipo argentino cosechó tan solo una victoria 2-0 ante los búlgaros, una derrota 3-1 frente a los ingleses y un 0-0 contra los húngaros en el último encuentro, para ser eliminado en la primera fase del torneo. Después de una de sus derrotas más vergonzosas, el entrenador reunió a todo el equipo y les recordó: «Lo importante no es perder o ganar, lo importante es que hayáis competido». Aunque ya gozaba de un considerable reconocimiento en su campo, ansiaba la clase de fama que tenían Thomas Edison o Alexander Graham Bell, esa que solo acompaña a la invención de algo grande.
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